Guatemala vuelve a vivir la Feria Internacional del libro en Guatemala (Filgua), inaugurada este jueves 24 de noviembre tras dos años de permanecer en la virtualidad por la covid19, tiempo que para muchas personas los libros fueron un aliado durante la pandemia.
Su regreso era esperado, no solo por el público, sino por editores, escritores, músicos, libreros y editoriales que forman parte de una red cultural que hace de la industria literaria lo que hoy nuevamente podemos vivir, gracias a la lucha y resistencia que significó poder celebrar este año el evento literario más importante del país.

Once días de Feria
Las actividades ya iniciaron. Más de 200 eventos culturales, entre ellos 119 presentaciones de libros son parte de una cartelera cultural que también tendrá, Filgua niños y Filgua música, con conciertos de cierre cada día.
Para la presidenta de la Asociación Gremial de Editores de Guatemala y de Filgua, Diana López, el primer año que lleva de gestión en el cargo directivo, el principal logro era que la Filgua se esté celebrando de manera presencial, “sobre todo en un clima de incertidumbre social, política, económica y cultural. El hecho de que hayamos podido materializar esa esperanza que siempre tuvimos los editores de lograr organizar la feria presencial, porque sabemos que no existe comparación entre una feria virtual y presencial. Las cosas que se viven y el impacto social que genera el evento es muy importante, creo que es uno de los logros más relevantes”, dijo.
La Filgua, un archipiélago
El escritor Rafael Cuevas, Premio Nacional de Literatura 2021, mencionó en su discurso la marginalidad y sacrificios que viven los proyectos literarios, que se logran en solitario y en contracorriente.
“Esta feria es un lugar en el que proyectos de este tipo se juntan y se muestran y, de alguna forma, salen a flote y se avizoran como islas floridas en un océano sobre el que frecuentemente se ciernen nubes oscuras. Ver a los amigos en sus pequeñas islas mostrando lo que amorosamente han ayudado a concretar es como cuando el náufrago, después de bregar en soledad en un océano que amanaza con tragarlo, llega a una playa soleada en la que por fin encuentra donde asentar pie y respirar”, dijo.

Cuevas comparó a cada uno de los proyectos literarios presentes como un “conjunto de islas luminosas”, y mencionó qué “esta feria puede compararse con un archipiélago al que constantemente amenazan los huracanes que, sin embargo, aquí no son producto de la furia de la naturaleza, sino del entramado de intereses que ven una amenaza en los espacios en los que se expresa y difunde el pensamiento crítico. Por eso, las islas que hoy nos rodean en este archipiélago llamado Filgua son espacios luminosos que irradian optimismo de que otra Guatemala es posible, y que su prefiguración se encuentra ya presente aquí en los estantes en los que descansan nuestros libros”, dijo en un discurso donde también resaltó la lucha por la libertad de expresión.
“Saludo, pues, desde este lugar de privilegio que hoy se me ha cedido, a quienes izan las banderas de la libertad de expresión y son acosados por ello; a quienes deben de buscar los caminos del exilio por entender que la justicia solo le debe pleitesía a la verdad; y a este evento mismo, la Filgua, que contra viento y marea abre hoy sus puertas como ejemplo manifiesto que la resistencia da frutos y que, a la larga, dejará la semilla de un país en el que los libros no sean un privilegio o un sello que marque a quien debe ser perseguido, sino alimento vital del espíritu libre”.
Una Feria dedicada a Irene Piedra Santa
Además de las palabras de inauguración por parte de Diana López, presidenta de la Asociación Gremial de Editores de Guatemala, el embajador de Corea del Sur como país invitado de honor, entre otros invitados que han aportado para el desarrollo de la feria, Irene Piedra Santa, editora a quien es dedicada esta edición XIX de Filgua, resaltó la importancia de implementar políticas públicas a favor del libro y la lectura.

“Filgua es un bien público porque democratiza el acceso al libro, forma lectores, capacita al sector, reúne a los actores del ecosistema del libro. Promueve la literatura, el conocimiento, y el pensamiento crítico. Fomenta la economía del libro, y nos recuerda, año con año, que no hemos avanzado mayor cosa en cuanto al diseño e implementación de políticas públicas relacionadas al libro y la lectura. Y no haremos mucho hasta que no se involucre la sociedad civil y el Estado”, resaltó Piedra Santa.
Con más de cincuenta años de trayectoria y cofundadora de la Asociación Gremial de Editores de Guatemala, es una de las mentes para que la feria del libro exista.
En su discurso hizo un breve recorrido por la historia, recordando que la primera feria se celebró en el año 2000, pero que desde 1996 se dieron los primeros pasos para concretar lo que hoy se celebra cada año.
Se duplicará el aporte económico
En palabras del Ministro de Cultura y Deportes, Felipe Aguilar, los aportes que se han hecho “900 mil quetzales en 2020. Un millón de quetzales en 2021 y 2022, este último aporte anunció que se duplicará para el 2023, “el gobierno de Guatemala aportará dos millones de quetzales a la Filgua. Les estamos dando el aporte, pero quienes han peleado y estado pendientes han sido ustedes, la gremial”, dijo el ministro.
La Feria estará hasta el 4 de diciembre en Fórum Majadas, en horarios de 9am a 9pm a excepción del día 2 de diciembre que se realiza La Noches de los libros, hasta la media noche. El costo de la entrada es de Q5, niños, personas mayores y estudiantes con carné entran gratis.
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