Un diario fotográfico en medio del COVID-2019 desde Nueva York
Estaciones de tren casi vacías, gente con mascarillas comprando comida en las calles de Chinatown, un migrante guatemalteco originario de Totonicapán que vive desde hace 15 años en Estados Unidos, enfrenta los días con su compañera de apartamento trabajando y con tristeza por la muerte de su cuñado que murió, según el hospital, por pulmonía. Él dice que su familiar tenía problemas respiratorios y con la llegada del virus se agravó su situación.

Migrante guatemalteco originario de Totonicapán en Nueva York . Foto: Eduardo Say.
Estas son algunas fotografías captadas por Eduardo Say, un joven documentalista guatemalteco que nunca imaginó quedar varado en Nueva York, la ciudad que nunca duerme ahora considerado epicentro del brote de coronavirus, y ver como en pocos días quedó casi vacía.
“Comencé a hacer fotoperiodismo y a retratar a la ciudad que nunca duerme. La discriminación se centró en las personas que estornudaban o tosían y estaban en lugares públicos (subway, bus, restaurantes…). Justo cuando se suspendieron las labores en lugares no esenciales, las personas que salían a las calles eran menos usando mascarillas. Cuando veo mis fotografías parecen salidas de una película porque cada día aquí parece un sueño en el que no imaginé estar, cuando estoy en la calle parece ir normal la vida pero cuando las veo en el apartamento me doy cuenta de que la vida ya no es la misma”, dice Eduardo.

Eduardo Say en el metro de Nueva York. Se protege cada vez que sale.
A finales de febrero viajó por primera vez a Estados Unidos para presentar su documental Kat At Kat’ex, seleccionado en el Festival de Cine de la Lengua Materna (Mother Tongue Film Festival) en Washington. Para pasar sus últimos días en el país viajó a Nueva York. Sin embargo, mientras se acercaba la fecha de su regreso, salió el primer caso de coronavirus en Guatemala y la aerolínea canceló su viaje. Desde entonces no ha podido regresar al país por las restricciones en los aeropuertos.
En las pocas oportunidades que pudo salir a las calles tomó algunas fotografías en los alrededores del centro de Nueva York.

Eduardo Say trabajando desde el lugar donde está viviendo.
“Cuando llegué a Nueva York sentía que era una ciudad enorme y parecía un monstruo, el primer lugar al que llegué fue a Time Square, eran las 2 a.m y el tiempo no se sentía por tanta gente que había en ese momento. La diferencia a mi primer día en NY por COVID-19 es que ahora Time Square está vacío. Seguramente después de todo esto no será igual. Personalmente entiendo que en algún momento podría contagiarme del COVID-19 y eso me deja claro que no podré acercarme a mi mamá por la edad que tiene, y si regreso antes de lo estimado tendré que hacer cuarentena lejos de mi familia”, dice Eduardo.
Editor: Diego Silva.