La periodista y escritora Michelle Recinos (El Salvador 1997) fue galardonada con el Premio Centroamericano de Cuento Mario Monteforte Toledo 2022, premio que regresó luego de 6 años de no celebrarse. Para esta edición el certamen recibió 683 plicas de toda Centroamérica.
El jurado integrado por el periodista y escritor José Luis Perdomo, las escritoras Denise Phé-Funchal y Valeria Cerezo, ganadora del premio en el año 2015, argumentaron que el cuento premiado Barberos en Huelga es “un planteamiento bien elaborado, original y frontal, sobre la amenaza de los regímenes opresivos actuales, la normalización de la violencia y la cultura latinoamericana; narrado desde una voz notable, con sentido del humor y un sobresaliente uso del lenguaje”. El premio consiste en la entrega de un diploma, un galardón especial y un monto económico.

Recinos es escritora y periodista de investigación. En 2022 obtuvo el X Premio Carátula de Cuento Centroamericano del Festival Centroamérica Cuenta. Es autora de la antología Flores que sonríen, publicada en El Salvador en 2021. Apareció en la antología regional Territorios Olvidados que reúne a autores del triángulo norte centroamericano. Ha publicado en las revistas literarias Casapaís, Galerías del Alma y Café Irlandés.
En esta entrevista, Recinos habla sobre su cuento, que narra una realidad que se vive en El Salvador a la que llama una “normalización del militarismo, autoritarismo y la violencia, que atañe a la mayoría de los países de la región”, pero que en su país califica de dictadura.
Es el segundo premio que recibes en Guatemala, el primero El Premio Centroamericano Carátula de Cuento, entregado en el Festival Centroamérica Cuenta 2022 y ahora el Premio Centroamericano de Cuento 2022 Mario Monteforte Toledo.
Es increíble, así lo podría definir. Cuando uno participa en un certamen siempre se va con la idea de ganar. Lo que me hace feliz más allá del reconocimiento es que los dos certámenes los he ganado con relatos bien permeados por la realidad nacional de El Salvador, me parecen oportunidades excelentes para mostrar esta realidad a otros países de la región.
No es por quedar bien, pero a mí Guatemala me gusta, creo también que es uno de los países de la región que tiene mayor riqueza histórica en materia de producción literaria, hay muchos escritores que actualmente están haciendo cosas geniales y que yo venga y conquiste estos logros me da orgullo.
“Yo quería ese’, dijo el niño a la mamá cuando el Chino lo bajó de la silla para cortar pelo. Señaló una foto de las de cortes de pelo de referencia que había en la barbería. Era un mohicano. «Como el Cabrita Lena», dijo el niño con voz lastimera, sobándose la cabeza casi calva. La madre le dejó ir una bofetada que de seguro le dolió a ella también. Dejó dos monedas sobre la mesa. No esperó el cambio. El Chino meneó la cabeza con una sonrisa y me invitó a sentarme en la silla. Me preguntó si iba a querer el corte del Cabrita Lena. Él también lo andaba. ”
Extracto del cuento Barberos en Huelga

El jurado dijo que Barberos en Huelga es un planteamiento sobre la amenaza de los regímenes opresivos actuales.
Es una representación de la normalización del militarismo, autoritarismo y la violencia, que atañe a la mayoría de los piases de la región, por lo menos en mí país es una realidad. Es un retrato de lo que estamos viviendo. Contrario a lo que quizá se pueda exportar, porque el gobierno de El Salvador es experto en la exportación de propaganda, el cuento narra las vivencias que llevamos viviendo desde hace seis meses bajo un régimen de excepción que ha eliminado los derechos constitucionales de los ciudadanos, ya van más de 50 mil capturas, en su mayoría gente inocente, van más de 50 muertes en los centros penales, entonces es eso, la naturalización de esa violencia y de cómo afecta las relaciones sociales de los salvadoreños.
¿Cómo definís a Niyib Bukele?
Es un dictador. Estamos en una época oscura para la democracia salvadoreña. Todas las instituciones del Estado las tiene bajo su poder, no hay forma de denunciar o de que alguien lo detenga. Se instauró una dictadura.
Eres periodista, ¿de qué manera ha influido en tu literatura?
Más allá de que me ha servido para soltar la mano como un ejercicio de escritura, el periodismo es la realidad y la literatura la ficción, pero da bastantes insumos a la hora de crear, de contar historias, hay muchas historias que no se están contando, quizás porque no tiene espacios en el periodismo por el mismo rigor del ejercicio, pero siempre está la literatura, que puede cumplir esa función de registro que está cumpliendo el periodismo actualmente. Están intrínsecamente relacionados los dos oficios.
¿Cómo puede la literatura ayudar a contar realidades como las que está viviendo Centroamérica en estos momentos?
Es una ventana para hacer denuncias, enmarcar la realidad que se está viviendo creo que es importante, no es de lo único que se puede hablar, soy partidaria de no solo tratar temas de la coyuntura, es uno de mis mayores lemas, pero es importante. cumplir con la función de registro y La literatura es una forma de abrir espacio para que otras personas de otras latitudes puedan saber lo que está pasando en los países.
¿Una escritora debe de alejarse u observar las realidades para escribir?
No me gustaría ponerme en ese plan de papisa de la literatura o de qué es lo canónico, como decía, no soy partidaria de escribir únicamente de lo coyuntural, pero sí creo que se puede cumplir con esa función de registro, no voy a decir que es necesario porque cada quien lleva su proceso creativo y de producción literaria, pero considero importante llevarla a la par de otros temas.
¿Cómo ves a esta nueva generación de narradoras centroamericanas?
Es una generación bien comprometida, ya tuvimos en el pasado una generación comprometida, pero si bien se están tocando otros temas que claramente es importante para la literatura, tener la variedad de temas, estamos comprometidos con esa función de registro que tiene la literatura de lo que se está viviendo, y retratar la realidad como es a pesar de que estemos escribiendo desde la ficción.
Este premio de cuento centroamericano será paralelo al premio de novela que surgió por iniciativa del escritor Mario Monteforte Toledo (1911-2003) en 1997 ha sido ganado por es escritores como Guillermo Barquero (2021) Arnoldo Gálvez Suárez (2008), Maurice Echeverría (2005), Carol Zardetto (2004) y Haroldo Sánchez (2000), entre otros regresó a la esfera de certámenes literarios luego de una alianza entre la Fundación Paiz para establecer una alianza con la Fundación Mario Monteforte Toledo para promover el diálogo entre países por medio de las letras, como un mecanismo de reconocimiento e intercambio cultural.
Este año se entregó el premio de cuento, y posteriormente se mantendrá una edición de novela y otro de cuento, intercalado año con año.