La ubicación del posible reloj, forma parte de las excavaciones realizadas en el año 2016 por un grupo de arqueólogos que hallaron los restos de una intensa actividad ritual, al que llamaron Mux, punto clave para los inicios y fundación de la ciudad prehispánica de Tak’alik’ Ab’aj. Esto motivó a la antropóloga y arqueóloga Marion Popenoe de Hatch, que ha investigado por décadas el sitio arqueológico, ubicado al sur de Guatemala, en el Asintal, Retalhuleu, para proponer que en el mismo lugar, haya sido utilizado para crear lo que sería el primer reloj de Sol. La investigación fue revelada en el Simposio de Arqueología en Guatemala, celebrado el pasado mes de julio.
El descenso del abuelo, en el ombligo del mundo y el tiempo
Todo inició cuando los arqueólogos Christa Shieber de Lavarred, Miguel Orrego y Geremías Claudio, descubrieron en 2016 un monumento en el área central del Parque Arqueológico Nacional Tak’alik’ Ab’aj, la excavación dejó al descubierto una intensa secuencia de actividades rituales, que los investigadores proponen que desde esa ubicación, se realizaron los principios y trazaos que se utilizaron para diseñar la ciudad en el preclásico medio (800-500AC), obedeciendo a un cosmograma, símbolo de los cuatro puntos cardinales. Muchos años después, 2,500 años, los arqueólogos lo nombraron como “Mux”, palabra que en el idioma maya Mam significa “ombligo”, y que para los pobladores de aquella época, es la representación del centro del mundo, el punto de partida y de conexión ancestral.
“Encontramos el símbolo, la esencia de cómo ellos conciben el mundo, y ese cosmograma lo encontramos en ofrendas, en el trazo de la ciudad, y por supuesto, tiene que ver con los ejes cardinales; si uno sigue esos ejes va a encontrar todo lo importante, porque no lo ponían en cualquier lugar, todo obedecía a eso”, dice la arqueóloga Shieber, codirectora del parque nacional Tak’alik’ Ab’aj.
Al escuchar de este hallazgo, Marion Popenoe de Hatch, que lleva más de cuarenta años dentro de la arqueología, se interesó en el descubrimiento.
“No sé por qué, pero se me ocurrió que su forma tenia algo más, que posiblemente fue un reloj de sol, y empezamos a tomar medidas”, explica la doctora. “Para tener un reloj de sol tenía que tener el mismo ángulo que la latitud de la ciudad, y realizamos las mediadas que demostró que el ángulo de la varita ( que proyecta la sombra) era exactamente de la latitud de Tak’alik’ Ab’aj”, dice.
Un nuevo descubrimiento, revelado durante el Simposio de Arqueología de Guatemala, muestran que en la misma área donde se encuentra el Mux, los arqueólogos encontraron el rostro de un personaje olmeca en posición de cabeza, un personaje político importante, al que llamaron el descenso del abuelo, y que estaba acompañado de un símbolo tallado que representa la cruz Kan, elemento parecido a un cosmograma.
“Parece muy interesante que este personaje, que estaba vigente en tiempos de la hegemonía olmeca, está integrado en la fundación de la nueva era maya temprano, es decir, decidieron incluir este pasado para iniciar sus nuevos conceptos” dice Shieber. Según las investigaciones, esto significa que invocan al pasado en un momento importante, cuando se da la transición de la cultura Olmeca, a la civilización Maya.
“Estos tres monumentos, dos fragmentos de un monumento con un estilo olmeca, y una estela liza grande, de un peso de 5 toneladas mas o menos, son reliquias que fueron depositadas al inicio de un cambio muy importante especialmente Tak’alik’ Ab’aj, un cambio de la era de la hegemonía olmeca al preclásico tardío, que usualmente se puede equiparar al florecimiento maya temprano, y los monumentos están dedicados al edificio que presagió el nuevo concepto arquitectónico de lo que va a ser la era maya en la historia de Tak’alik’ Ab’aj. Tiene toda la lógica, que antes de iniciar algo nuevo, ellos siempre incluyen pedazos del pasado, en este caso, lo que llamamos la escultura reciclada, que son monumentos que representan lo que es su legado ancestral; aunque no muy suena para algunas personas, un monumento con significado profundo de lo que era la cosmovisión olmeca, continúa siendo el pasado. Esto es lo que consideramos que ha sido la característica por excelencia de Tak’alik’ Ab’aj, porque el integrar el pasado hacia la siguiente época, es lo que da un desarrollo, una evolución sin necesidad de ruptura, que es lo que ha confirmado el estudio de cerámica que ha realizado la doctora Marion Popenoe”, dice Christa Shieber.
Estas características y cambio de hegemonía de la era Olmeca a la era Maya, hay sido uno de los motivos para que los habitantes de aquella época enterraran lo que hoy la Dr. Marion Popenoe, propone como el Reloj de Sol.
El Mux y el reloj de Sol
El monumento Mux, que es el punto de partida de Tak’alik’ Ab’aj, está interpretado como el lugar histórico de fundación y mitológico, el inicio para la construcción y planificación del sitio, bajo estos fundamentos, Marian Popenoe propone que también haya funcionado como un marcador del tiempo, un reloj que posiblemente ayudó a la creación del calendario Maya. De ser así, podría tratarse del primer reloj Olmeca hallado en Mesoamérica.
“El reloj de sol fue construido en 800ac, pero indica que tenía muchos años antes. En ese reloj iban contando los días de todo el año, aquí en Mesoamérica formaron el calendario, pero la base empezó con un reloj de sol, un aparato muy temprano para el desarrollo humano. Es un reloj que preservaron, porque con una varita y una piedra observaron el tiempo. En Tak’alik’ Ab’aj, la suerte, es que lo hicieron un poco más formal, y además lo enterraron, y probablemente mejoraron otra versión, pero éste es único que yo sepa , tal vez van a encontrar otro, pero éste es simple, un palo y una piedra, eso jamás lo van a reconocer como un reloj, pero es básico en la cultura humana. En general la ciencia inicia contando el tiempo, registrando días y horas, aquí en Tak’alik’ Ab’aj tenían una historia de desarrollar el calendario, y probablemente estaban en contacto con los demás centros mayas, y compararon con otros (relojes). Todos tienen relojes de sol, de noche, observatorios; aquí hay un observatorio y cosas sofisticadas, es increíble las sabiduría que ellos tenían, y dos mil antes de cristo estaban haciendo eso, es impresionante” dice Popenoe.
Christa Shieber, opina que si se habla de cómo antiguamente a raíz del Mux, se explican el mundo, también hay que hablar de astronomía, que ha sido un tema importante para la doctora Popeno, “cuando encontramos el Mux, ella se emocionó mucho porque pensó que en algún momento el Sol podía estar exactamente encima, pero nosotros no somos astrónomos, ella sí tiene esa especialidad y empezó a visitar la excavación. Cuando vino con la idea de que podía ser un reloj, nosotros estábamos complacidos, el problema es cómo lo puede demostrar, pero el camino que emprendió la llevó a esa preciosa confirmación de que el Mux no solo es el punto de partida, desde el punto de vista de cómo se ordena el espacio, sino también el tiempo. A manera personal, lo que nosotros pensamos es que si ellos se preocupaban por medir el tiempo en espacios grandes, el ciclo del sol y cuantos días tiene el año, es lógico que también sabían cuantas horas tenía el día, o como subdividir el día. No se conservó el material perecedero, pero la forma en como ella está concibiendo que debió haber sido, nos parece de la forma más posible, y eso es un plus más para la importancia de estas investigaciones que demuestran lo sofisticado que eran estos pueblos en aquel tiempo”.
El reloj consistía en una varilla que proyectaba su sombra dentro de un disco formado de piedras; las medidas, el ángulo, la latitud y la orientación en posición a la Osa Mayor, dieron los resultados a la hipótesis, revelando algo que no habían visto, El reloj era de 24 horas, y fue utilizado por habitantes olmecas y mayas en Takalik Abaj alrededor del 800 a.C. La estratigrafía y cerámica indica que la cavidad probablemente fue enterrada cuando sufrió la caída de la hegemonía cultural olmeca alrededor de 400 a.C. En ese momento los mayas tomaron el control del sitio. Después de enterrar esta versión temprana del reloj de sol, es posible que los mayas construyeran otro mejorado.
“puede ser uno de los más antiguos encontrados e interpretados como tal, una manera de contar no solo de controlar los cuatro puntos cardinales, las constelaciones nocturnas, el ciclo del sol, los solsticios, equinoccio, todo eso incluye saber cómo subdividir las horas del día. Lo que sería muy interesante saber qué medida y cual era la duración de esas subdivisiones. Como ella acertadamente habla de que estos elementos que ayudan para medir las horas o marcarlas no existe evidencia conservada de eso, tal vez ahora con esa idea en la cabeza en algún otro lugar encuentren un resto de que no se ha perdido, pero es completamente acertado pensar y deducir de que estos elementos perecederos existían, que le dan sentido, o que es la parte material que hace falta para comprobar, o para servir como un testigo de la interpretación que se le da, pero eso no invalida de momento el concepto y la interpretación que se le este dando”, afirma Christa Shieber.